Las intervenciones en las que se ven implicadas
sustancias radiactivas pertenecen a ese grupo de siniestros de
bajísima frecuencia, lo normal es que cualquier bombero se jubile
sin haber visto ninguna, ello no quiere decir que no pueda ocurrir y
precisamente por su baja frecuencia nos pueden sorprender sin la
preparación adecuada.
En este caso, además hablamos de una temática
ciertamente compleja, por mucho que simplifiquemos se necesitan
ciertos conocimientos técnicos, un adiestramiento muy especializado
y un equipamiento específico; si bien en la mayoría de los
escenarios que nos podemos encontrar el riesgo real es pequeño y en
muchas ocasiones el mayor problema se plantea a nivel de "alarma
social".
Ejemplo de despliegue táctico |
En la elaboración de Procedimientos Operativos
Estándar (POE), he tenido en cuenta los siguientes escenarios:
- Accidentes en el transporte (aéreo, ferroviario y carretera)
- Incidentes en medios hospitalarios (medicina nuclear, laboratorios...)
- Siniestros en instalaciones industriales (almacenes, equipos, residuos...)
- Fuentes extraviadas ("fuentes huérfanas" o perdidas)
- Ámbito de delincuencia ("bombas sucias", robo, etc.)
Existen otros escenarios complejos que habría que
abordar de forma específica y a mayor escala, me refiero a los
accidentes en centrales nucleares, instalaciones o equipos militares
y a re-entrada de satélites con pilas nucleares.