Publicado en www.bubok.es |
Las zanjas, vaciados y taludes, son obras muy
frecuentes dentro de la construcción, obras públicas, servicios,
mantenimiento de infraestructuras, etc.; por tanto es lógico que la
incidencia de siniestros en estas obras, sea mayor que en otras.
Tienen una serie de características que las hacen especialmente
peligrosas: son de rápida ejecución, al mismo tiempo suelen ser
obras temporales, se van a rellenar en breve y frecuentemente se
abren zanjas con escaso control y baja formación en medidas de
seguridad, por último el tipo de accidentes a menudo acarrea la
pérdida de vidas.
Foto
1.1
Se realizan zanjas con finalidades variadas:
realización de cimentaciones, canalizaciones de abastecimiento de
agua, redes de drenaje y saneamiento, conducciones de gas,
oleoductos, control hídrico y cableados eléctricos, esencialmente.
La excavación de pozos vaciados y taludes, sin ser zanjas, poseen
elementos comunes que pueden aplicarse en caso de accidentes, como es
la realización de entibados; aunque en este trabajo nos centraremos
en zanjas, trataremos de forma somera el caso de taludes y vaciados.
El uso de maquinaria pesada, en especial
retro-excavadoras, acelera y facilita la ejecución de zanjas y dan
una sensación falsa de seguridad ya que se pueden mantener estables
durante mucho tiempo, los indicios de colapso pueden manifestarse a
escasos segundos de que se produzca no dando tiempo a la evacuación
y en muchas ocasiones no llegan a producirse estos indicios, lo que
implica que incluso trabajadores con años de experiencia, estén
confiados en estos trabajos y no tomen las medidas de seguridad
aconsejadas en las diferentes reglamentaciones y normas existentes
(“… llevo abierto cientos de zanjas y
nunca había pasado nada…” afirmó uno de
los trabajadores presentes en el accidente de la foto).
En muchas ocasiones los trabajadores o incluso los rescatadores asumen un riesgo excesivo en el rescate, ya sea por falta de medios o de adiestramiento, llegando a provocar colapsos secundarios que afectan a la víctima o a los propios rescatadores.
En muchas ocasiones los trabajadores o incluso los rescatadores asumen un riesgo excesivo en el rescate, ya sea por falta de medios o de adiestramiento, llegando a provocar colapsos secundarios que afectan a la víctima o a los propios rescatadores.
Una formación básica para un equipo profesional necesita unas tres jornadas de seis horas lectivas, la formación avanzada requiere unas cinco jornadas y si hablamos de equipos no profesionales o trabajadores de la construcción, una jornada es suficiente.
CONTENIDOS
1.- INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
2.- DEFINICIONES Y SINIESTRALIDAD
Partes de la zanja y dimensiones
Taludes
Causas de los accidentes
Características generales de los rescates
3.- MECÁNICA Y FÍSICA DEL SUELO: CLASIFICACIÓN
Mecánica y física del suelo
Clasificación de los suelos
Tipos de derrumbes
4.- MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Seguridad en la obra
Normativa
5.- MATERIALES Y EQUIPOS
Material de aproximación y accesos
Material de entibado
Equipos de seguridad
Herramientas y accesorios
Equipo personal
Aproximación
Accesos
Entibado
Asistencia sanitaria
Rescate
Extracción
Procedimiento de emergencia
7.- METODOLOGÍA Y SISTEMÁTICA
Recepción de la llamada
De camino al siniestro
Factores de riesgo
Niveles de alarma
Tren de respuesta
Llegada y despliegue
Zonificación
La intervención
Aproximación y acceso
Entibado y estabilización
Extracción y retirada
Sistemática: funciones
8.- GESTIÓN DE EMERGENCIAS: DyC
Desplazamiento y llegada de recursos
Aproximación y evaluación
Comunicaciones y solicitud de apoyo
El Plan de acción:
Prioridades y elementos del Plan
Seguridad del entorno (zonificación)
Seguridad de la zanja (entibado)
Atención a riesgos inminentes
Sectores de intervención
Delegación de funciones:
Asignación de tareas
Toma de mando
Cuadro general de operaciones
Atención a los medios
Medios de comunicación
Familiares
Autoridades
Inspección del trabajo
Retirada e informes
No hay comentarios:
Publicar un comentario