Con bastante frecuencia los bomberos nos encontramos con accidentes y situaciones provocadas por negligencias o comportamientos equivocados del público en general y, en la mayoría de los casos, estos actos no son consecuencia de una intencionalidad o una compleja cadena de errores difíciles de prever, son acciones u omisiones sencillas, que se realizan o dejan de realizar por desconocimiento o desidia, pero que puntualmente provocan un desenlace grave de los acontecimientos.
Finalmente tenemos que acudir a emergencias que podrían haberse evitado con una acción simple; pongamos por caso una situación que se repite con cierta frecuencia, ese incendio de vivienda en un edificio de apartamentos, en el que las personas que escapan del apartamento incendiado, en su huida, dejan la puerta de la vivienda abierta y el humo invade el vestíbulo y continúa por la caja de escaleras en la que están las puertas abiertas, el humo se extiende a las plantas superiores y los vecinos asustados intentan escapara escaleras abajo mientras la policía anima, por los telefonillos, a la evacuación de todo el edificio. Al llegar los bomberos encontramos gente bajando por las escaleras obstaculizando los accesos, personas intoxicadas en descansillos, un montón de plantas que rastrear por encima de la incendiada, un control de propagación en la planta del incendio y a demás el incendio muy desarrollado en el apartamento afectado.
Analizando de forma simplificada, el simple echo de dejar la puerta abierta al escapara desencadena una situación de riesgo compleja más allás del propio incendio, la desidia de dejar las puertas de la caja de escaleras abiertas anula el recorrido de evacuación, y la iniciativa policial de evacuar sin analizar correctamente la situación, incrementa la dimensión del suceso. Finalmente, el agravamiento del suceso es consecuencia de una mala formación sobre el comportamiento en caso de incendio, no solo del público en general, sino en este caso, también de los Servicios Policiales.
En muchas ocasiones se han realizado campañas de concienciación sobre muchos de estos temas, especialmente cuando ha ocurrido algún acontecimiento grave, estoy recordando el incendio en el túnel del Mont Blanc y las posteriores campañas de prevención realizadas en muchos túneles, incluso programas de formación de Servicios de bomberos sobre incendios en túneles; también existe esta concienciación en lugares sobre los que pende un riesgo especial, como poblaciones en el área de influencia de centrales nucleares, etc.
Pero más allá de todo esto, lo que subyace, desde mi punto de vista, es una carencia en la formación de base sobre seguridad y emergencias, esta debe ser una formación impartida desde Primaria y reforzada en Secundaria, no como una jornada explicativa de un tríptico o unos cursillos de unas pocas horas del Plan de Auto protección, sino como una asignatura con cierto peso específico. No conozco ningún País que aborde la seguridad como una asignatura reglada, si sé que existe contenido suficiente para desarrollar esta asignatura y que al menos merecería la pena establecerse una discusión sobre el tema.
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