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domingo, 20 de abril de 2014

ORGANIZACIÓN DEL CUERPO DE BOMBEROS I

LAS ESCALAS

Un Servicio de Emergencia como es un cuerpo de bomberos, debe contar con una organización operativa perfectamente establecida, para ello es esencial disponer de una escala de mando suficientemente dimensionada al tamaño y competencias del Servicio.

Aunque es algo obvio, conviene aclarar para qué se necesita una escala de mando. Las emergencias, como cualquier otro negocio, necesitan de alguien que tome decisiones, por tanto tiene que haber un responsable para tomarlas y para responder de esas decisiones. Cuando el negocio (emergencia) es pequeño suele ser suficiente con que esas decisiones recaigan en una persona, así una dotación estándar de cinco bomberos (4+1) es suficiente con que uno sea el mando, pero si el negocio aumenta y confluyen dos dotaciones debería haber un mando para coordinarlas más dos mandos para dirigir a cada equipo y así sucesivamente. Esto aun siendo obvio, se descuida en muchas organizaciones de emergencia y al final conculcan un principio básico, el mando único, las dotaciones que concurren en un gran siniestro, en el mejor de los casos se ponen mas o menos de acuerdo entre los mandos intermedios, pero al final cada una trabaja por su cuenta y riesgo y no existe un responsable real de lo que está pasando; todo ello con el agravante que supone el trabajo en emergencias, en las que no hay tiempo suficiente para desarrollar una exhaustiva planificación y puesta en común de las decisiones a tomar. Tampoco vale lo que sucede en algunos sitios con esto de la emergencia, cogen a un funcionario, le dan unos cursos con el power-point, ve algunas fotos de incendios y accidentes, memoriza los planes de protección civil y listo, lo sueltan e ejercer, nada menos que el mando, la dirección y control de siniestros, cuando se encuentra con el primer "cacao serio" se le caen los palos del sombrajo y queda totalmente superado por la situación; yo lo he vivido en varias ocasiones.

Tanto políticos como sindicatos priorizan el crecimiento de las plantillas al desarrollo de la cadena de mando, hay que tener muchos bomberos y tirárselos al siniestro con camiones nuevecitos y desde parques de lujo, a ser posible (cuando hay dinero para inauguraciones), luego vemos en intervenciones gente con casco corriendo de un lado a otro, normalmente muchos encima del fuego y pocos o ninguno bombeando agua, en definitiva desorganizados; curiosamente en muchos casos la lectura que se hace cuando la cosa sale mal es que los Jefes son malos y que hacen falta más bomberos, se trata de solucionar el problema con dinero, cuando en la mayor parte de los casos es una cuestión de organización y falta de liderazgo. Posiblemente junto con la falta de formación, entrenamiento y procedimientos, la escala de mando precaria y mar formada, suele ser una de las carencias más acusadas en los servicios de bomberos.


Las escalas en bomberos como sucede con policías, son herencia de la estructura militar, están ya inventadas y tienen un porqué; el porqué viene de otro principio esencial en las emergencias y que también suele degradarse en las organizaciones civiles, me refiero a la disciplina de la organización, la única forma de poder ejecutar las órdenes de forma rápida e inmediata como requiere una emergencia sin entra en cuestionarlas continuamente, es que la jerarquía sea competente, esté meridianamente clara, cuente con unos procedimientos adecuados y conocidos, y que cada uno en su puesto ejecute las órdenes recibidas sin cuestionarlas, ello no quiere decir que cada uno en su competencia no tenga un margen para interpretar esas órdenes, o incluso de variarlas bajo su responsabilidad y notificándolo al superior, especialmente si en determinados casos comprometen la seguridad, en esto varía un poco del formato militar, pero los objetivos y prioridades del ejército son otros (tienen que mandar gente a matar y morir, no cuenta el individuo) y su férrea disciplina tampoco sería buena en bomberos, hasta un bombero de base puede verse avocado a tomar decisiones.

Hablamos pues de una escala básica y una escala de mando. 

ESCALA BÁSICA
La escala básica es en esencia el colectivo principal de bomberos, aunque entre ellos podemos diferenciar, en servicios desarrollados las siguientes categorías:
  • Bombero: la "máquina" que mueve los recursos y ejecuta las órdenes que provienen de la cadena de mando, sus iniciativas deben está limitadas a un nivel técnico de tareas concretas.
  • Bomberos especialistas: rescate acuático, materias peligrosas, rescate en montaña, brigadas forestales..., por su formación cuenta con una capacitación técnica que le habilita en la toma de determinadas decisiones.
  • Cabo o Jefes de equipo: entendidos como un apoyo al mando, en el que éste pueda delegar funciones o tareas básicas como abastecimientos, equipo SOS, intervención rápida, control de ERAs, mando "dentro"... Es un mando novel, con una formación muy básica en dirección y control de siniestros y en gestión del turno, puede tomar iniciativas a nivel táctico y en determinadas condiciones ejercer de jefe de intervención, dirige un máximo de cuatro bomberos.
  • Personal auxiliar o complementario: algunos servicios cuentan para intervenciones con personal de apoyo o complementario, como por ejemplo personal de brigadas forestales para riesgo estacional, colaboradores para tareas de apoyo en grandes siniestros, bomberos a tiempo parcial, organizaciones de protección civil, voluntarios, etc.Puede ser un recurso muy importante para un servicio de bomberos, no solo debe tenerse en cuenta, hay que hacerse con las riendas de su funcionamiento, de lo contrario podrán llegar a constituir un servicio paralelo con el descontrol que ello puede suponer.
ESCALA DE MANDO
Es el colectivo que dirige el Servicio a nivel operativo pero también a nivel de gestión de la organización, podemos identificar dos sub-escalas: sub-oficiales y oficiales y dentro de ellas una serie de categorías dependiendo del tamaño del Servicio, en orden creciente de responsabilidad:

Sub-Oficiales:
  • Sargento o Jefe de Dotación: es el primer escalón del mando propiamente dicho, actúa básicamente a nivel táctico y como jefe de intervención en la primera respuesta, jefe de sector en respuesta ampliada, o jefe de seguridad, dirige entre 4 y 9 hombres, idealmente con el apoyo de uno o dos cabos. Organiza su turno (jefe de turno) y en Parques pequeños de tipo rural o de bomberos voluntarios o a tiempo parcial, puede ejercer de Jefe de Parque.
  • Sub-Inspector: algunos servicios continuando con la terminología militar hablan de tenientes, otros los denominan de forma genérica como sub-oficiales y hay quien se inventa su propio termino como Jefes Supervisores, capataces, etc; en esencia estamos hablando de un nivel de mando en transición entres el nivel táctico y el estratégico, si hablamos de dotaciones estándar (4+1), dirige entre dos y cuatro (10 y 20 bomberos), ejerciendo como jefe de intervención en siniestros intermedios, jefe de sector en grandes siniestros, jefe de seguridad, planificación o enlace. En el día a día, el sub-inspector debe tener una dedicación importante a la organización, ejerciendo funciones de jefe de Parque intermedio (7 a 9 hombres por turno) y funciones centralizadas como almacenes, talleres, adquisiciones, prevención, etc.
Oficiales:
  • Inspector: para otros capitán, oficial, etc. es el primer escalón superior de mando, estamos ante una figura que en esencia marca las decisiones estratégicas siempre que cuente con una estructura por debajo que tenga capacidad par definir las tácticas. Su función operativa natural es la de Jefe de Intervención, normalmente a partir de 15 hombres aunque dependerá también de la complejidad técnica de la intervención. 
    • Para alcanzar una cualificación adecuada a este nivel de mando, se requiere de la existencia de una carrera profesional bien desarrollada, inexistente en muchos países, en los que se accede al puesto a través de pruebas selectivas generalmente mal conceptuadas y con el requerimiento de una titulación universitaria que de poco va a valer cuando se encuentre con un incendio de verdad, con los años puede que aprenda algo, a veces están listos justo para jubilarse, en otras ocasiones no tienen las aptitudes requeridas y no están listos nunca, sobreviven escurriendo el bulto. En otros países, por el contrario, existe una carrera profesional bien definida y muy exigente, entras de bombero y vas cubriendo todas las etapas profesionales, el problema que suele aparecer en estos casos, es que cuando llegas "arriba" te quedan ya pocas ganas y fuerzas para rendir lo que se te va a demandar, por eso muchos Servicios optan por la doble vía, el ascenso profesional, por una parte, acompañado de la posibilidad de ingreso intermedio, es decir que una persona puede ingresar en el Servicio como sargento o sub-inspector previo paso de las pruebas de aptitud, conocimientos y curso selectivo, a partir de aquí continua la carrera (vamos, que igual que un arquitecto no tiene que ser primero, peón, luego albañil, luego capataz y luego aparejador). 
    • Obviamente el Inspector podrá ejercer en siniestros muy grandes como jefe de sector, seguridad, enlace, comunicaciones, planificación, anticipación, etc. En el día a día se le va a exigir una implicación y dedicación mucho mayor que a la escala de sub-oficiales, deberá ejercer el mando de áreas o departamentos: jefes de zona con varios parque a su cargo, jefes de parques grandes, especializaciones, prevención, planificación, medios, técnicos, recursos humanos, I+D, etc. 
    • Muchas organizaciones grandes, frecuentemente por injerencias políticas o falta de cualificación, de desarrollo o de organización de las escalas, suplen la función organizativa que debe recaer en inspectores, creando escalas administrativas no uniformadas y paralelas, esto es un grave error que va a degradar el Servicio; puede existir personal no uniformado que realice tareas administrativas y técnicas en los Cuerpos de Bomberos, pero bajo las órdenes de la escala de mando, la dirección y responsabilidad en la toma de decisiones, necesariamente debe recaer en personal uniformado, basar la gestión de un servicio de bomberos en una organización puramente administrativa y al margen de la escala de mando, la experiencia nos ha demostrado como ineficaz. 
  • Inspector Jefe: para algunos comandantes o inspectores, etc, estamos hablando de organizaciones con un tamaño importante, a partir de 400 a 700 hombres en total, la cualificación en esencia es la de inspector, pero se le pide una experiencia útil demostrada, es decir, unos años en la organización en los que ha hecho algo constatable por lo que pueda merecer el cargo (no vale como mérito haberse hecho amigo del político), en mi opinión el ascenso debe ser un concurso de méritos, ante un tribunal con representación de todas las partes implicadas: político, sindical y técnica.
      • Político, en representación delegada de la comunidad.
      • Sindical, representado al colectivo de bomberos.
      • Técnica, para la correcta valoración de los méritos.
    • A nivel operativo la función del Inspector Jefe es esencialmente estratégica, dirige el PMP, enlaza con otros servicios y organizaciones, informa al político, coordina Planes, declara a los medios, etc.
    • A nivel organizativo, ejerce como jefe de departamentos, coordinado diferentes áreas, designando al personal (inspectores y sub-inspectores) que se hará cargo de dichas áreas y planificando las tareas según prioridades, debe decidir el plan director en su competencia y aprobar los procedimientos de la organización.
    • Uno de ellos, si hay varios, será el Inspector Jefe del Servicio, el máximo responsable de la organización y el que decide y asigna los puestos y los Inspectores Jefes de cada departamento, debe acceder al cargo mediante la presentación de un proyecto de desarrollo y organización del servicio a 2 o 4 años vista, si lo cumple sigue y si no dimite o le cesan (eso en cualquier momento); de todas formas no es bueno que el Jefe de Cuerpo se perpetúe más de cuatro años. 
    • Cuando un Servicio de Bomberos sobrepasa el tamaño de 700 uniformados en total, es conveniente partirlo en dos, de lo contrario la experiencia parece demostrar que se vuelve ingobernable, estaríamos hablando de un Cuerpo de Bomberos, con su Inspector Jefe de Cuerpo, dividido en dos Servicios con amplio nivel de independencia pero con un nexo normativo común y gestionado por una única Jefatura de Cuerpo (Inspector Jefe del Cuerpo).

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