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miércoles, 19 de noviembre de 2014

RIESGO RADIOLÓGICO

PROCEDIMIENTO DE INTERVENCIÓN (POE)

Las intervenciones en las que se ven implicadas sustancias radiactivas pertenecen a ese grupo de siniestros de bajísima frecuencia, lo normal es que cualquier bombero se jubile sin haber visto ninguna, ello no quiere decir que no pueda ocurrir y precisamente por su baja frecuencia nos pueden sorprender sin la preparación adecuada.

En este caso, además hablamos de una temática ciertamente compleja, por mucho que simplifiquemos se necesitan ciertos conocimientos técnicos, un adiestramiento muy especializado y un equipamiento específico; si bien en la mayoría de los escenarios que nos podemos encontrar el riesgo real es pequeño y en muchas ocasiones el mayor problema se plantea a nivel de "alarma social".

Ejemplo de despliegue táctico
Mi recomendación es que estos temas sean abordados por unidades especializadas, con un equipamiento y formación avanzados, como apoyo a dotaciones ordinarias con conocimientos básicos en la materia. A partir de aquí, el grado de especialización vendrá determinado por la implicación de nuestro Servicio en las distintas fases de evolución de la intervención o la asunción de competencias

En la elaboración de Procedimientos Operativos Estándar (POE), he tenido en cuenta los siguientes escenarios:
  • Accidentes en el transporte (aéreo, ferroviario y carretera)
  • Incidentes en medios hospitalarios (medicina nuclear, laboratorios...)
  • Siniestros en instalaciones industriales (almacenes, equipos, residuos...)
  • Fuentes extraviadas ("fuentes huérfanas" o perdidas)
  • Ámbito de delincuencia ("bombas sucias", robo, etc.)
Existen otros escenarios complejos que habría que abordar de forma específica y a mayor escala, me refiero a los accidentes en centrales nucleares, instalaciones o equipos militares y a re-entrada de satélites con pilas nucleares.

Para el desarrollo de este POE he contemplado los siguientes apartados:

1. Objetivo del POE                           

2. Competencias

3. Activación de medios

4. Zonificación y sectorización

5. Niveles y criterios de protección personal

6. Evacuación y control de accesos

7. Pautas de intervención

8. Descontaminación y medición

9. Metodología de intervención

10. Sistemática de intervención

 

RESUMIENDO:


En los objetivos, se centra el problema en situaciones ordinarias en las que se ven implicadas sustancias radiactivas, las competencias se refiere a las responsabilidades de las diferentes Agencias y la asignación del Mando Único.

La activación de medios incluye el proceso de interrogación y obtención de información por parte de la Central de Emergencias y la activación de un "tren de respuesta" como conjunto de medios y personal desplazado según los diferentes niveles de alarma definidos tras el proceso de interrogación.

En este Tren de Respuesta se incluirán los medios establecidos para el siniestro tipo (accidente de tráfico, incendio en hospital, amenaza de bomba...) al que se añadirá la respuesta al riesgo específico, que en este caso a mi juicio, deberá incluir medios y personal especializado como apoyo a las dotaciones ordinarias despachadas.

En esta activación debe comunicarse al resto de Agencias, la situación como inicio del proceso de coordinación de intervinientes.

En la delimitación de las zonas de intervención, se establecen unos criterios generales a implementar por la primera dotación que accede, al menos la zona caliente y en este caso la denominada zona de exclusión, que según los casos será en entorno abierto de 50/100/300/400 y 900m, siendo la zona de exclusión de 5m, en el caso de la zona caliente; y en interiores el recinto afectado y los adyacentes o todo el edificio, siendo la zona de exclusión el recinto afectado.

Las zonas de intervención podrán ampliarse o reducirse una vez llegados los especialistas ajustándolas a criterio radiológico de 100microSv para zona caliente, siendo la zona de exclusión de 100mSv. 

En cuanto a la sectorización, presenta especial complejidad el llamado sector de descontaminación y control de accesos de intervinientes, así como el corredor de evacuación, aislamiento y descontaminación de víctimas.

Obviamente deberá ajustarse, tanto la zonificación como la sectorización a una evaluación dinámica del riesgo a partir de las características del incidente, de la fuente radiactiva, el entorno, condiciones meteorológicas y recursos presente. 

Sobre los criterios de protección se recuerdan las consignas generales de tiempo-distancia-blindage, a demás de las prácticas comunes en bomberos como: solo el personal necesario en zona caliente, equipo mínimo de dos, valoración de riesgo de la tarea/ beneficio, etc.

Sobre criterios y protección radiológica, se fijan las dosis máximas que un bombero debe recibir dependiendo de si la tarea es ordinaria, urgente o crítica (10mSv/50mSv/100mSv/250mSv), uso de trajes desechables con filtros o uso de Nivel-II o Nivel -III, dependiendo del análisis dinámico el riesgo y de las tareas a realizar por parte de los diferentes equipos.

En los aspectos de evacuación de la zona caliente y el control de accesos, se destaca la creación de un único corredor de evacuación en el que se pueda realizar una medición primaria de la contaminación y que conduzca a una zona de aislamiento para medición radiológica secundaria, para dar pautas de prevención e higiene profiláctica, filiación y en su caso acceso a descontaminación masiva del público. El control de acceso obedecerá a los criterios generales de cualquier intervención, solo penetra el personal necesario y con el nivel de protección establecido.

Sobre las pautas de intervención, me refiero a tácticas y técnicas a aplicar cuando en la intervención de que se trate, además hay involucradas sustancias radiactivas, empezando por realizar una evaluación del RR, como determinar el tipo de isótopo y su estado físico, o el nivel de afectación del embalaje o del encapsulamiento, etc.

Estas pautas las establezco en función del papel que juega la fuente en el siniestro tipo, es decir: fuente no localizada, fuente no afectada, fuente afectada, fuente en incendio o en explosión.

En estas pautas hago una consideración de como tratar a las víctimas contaminadas en el accidente, comenzando por aclarar que ante una víctima contaminada, se prioriza su rescate y soporte vital por encima del riesgo de contaminación del rescatador, mientras actúe protegido de la contaminación interna, tal y como recomiendan todos los organismos oficiales.

En el aspecto de descontaminación de intervinientes, se prioriza la descontaminación seca, ya que la mayor parte de la contaminación se queda en las prendas exteriores y las sustancias radiactivas suelen ser polvos o líquidos con poca capacidad de penetración como para requerir trajes químicos, en cuyo caso habría que aplicar una descontaminación de bajo caudal con el consiguiente tratamiento del líquido contaminado y del material empleado. El control del proceso de descontaminación y de todos los materiales y resíduos generados, pasa por la realización de una medición primaria y una posterior medición secundaria por parte de expertos.

Una especial consideración ha de tenerse con el proceso de retirada de trajes desechables en la descontaminación seca, que puede ser un momento crítico en el que se produzca una contaminación cruzada en el proceso.

La descontaminación de víctimas, especialmente si existe un gran numero de posibles afectados, pasa por un estricto control de las mismas en la zona de aislamiento, una buena valoración de su contaminación por parte del evaluador radiológico y la disponibilidad de unidades de descontaminación masiva emplazadas en tiempo y forma, en el lugar.

La descontaminación del entorno (vehículos, recintos, terreno...) puede ser un tema muy simple o enormenente complejo y costoso, como ocurrió en Cunitiva (Brasil), en cuyo caso implicaría a múltiple agencias.

La metodología viene siendo un resumen de todo lo plasmado, son pautas de actuación desde la primera información, activación de recursos, aproximación y llegada, primeras acciones, desarrollo de la intervención y finalización, como tenemos desarrollados en todos los siniestros tipo, pero incorporando el RR. Para su desarrollo, por tanto, se consideran las metodologías de los siniestros tipo, añadiendo las pautas específicas del RR, considerando cinco supuestos de implicación de la fuente: no localizada, no implicada, implicada, con incendio y con explosión.

Por último trato la sistemática, que no es otra cosa que un reparto previo de funciones entre los intervinientes y la cadena de mando, para los primeros momentos de la intervención.

Dada la complejidad del tema y las escasas intervenciones de este tipo, insisto en la necesidad de especializar los equipos que seamos capaces de mantener, adestrados y equipados a lo largo del tiempo, de lo contrario, cuando el hecho suceda, no vamos a dar la respuesta adecuada.




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