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domingo, 12 de mayo de 2013

PRE-PLANES DE INTERVENCIÓN

Estamos habituados a oír hablar de los “planes de prevención” (evacuación, autoprotección, seguridad…) y en general de todos aquellos planes y medidas que, los bomberos deseamos que se exijan a las empresas, organismos, administraciones, o a cualquier actividad o zona de riesgo y que están encaminados a evitar siniestros o a minimizar las consecuencias de estos.Algunos bomberos y Servicios, exigimos a demás, participar en estos planes, o al menos opinar, cuando no visarlos y controlarlos. Incluso existen Cuerpos de Bomberos que de forma general y sistemática llevan la voz cantante en estas cuestiones, a través de Departamentos de Prevención competentes.


       También es común el empleo del término”plan de intervención” al hablar de dirección y control de siniestros, para referirnos a las decisiones tácticas del mando conducentes a neutralizar un siniestro concreto durante su curso.

      En otro orden de cosas, también nos suenan los planes de “protección civil”, planes marco de carácter genérico y que fundamentalmente tratan (no siempre lo consiguen) de ordenar competencias y responsabilidades.
    
 Lo que ya es poco frecuente en España es hablar de Pre-planes de Intervención (preplanning). En este caso, es el Cuerpo de Bomberos el que toma la iniciativa y la empresa, organización, administración,…, afectada, la que colabora con nosotros.

   Si los planes de prevención pretenden evitar que el siniestro suceda, o minimizar sus efectos, el Pre-plan da por hecho que el siniestro va a ocurrir y nos adelantamos al mismo estableciendo pautas organizativas previas, desde el punto de vista estratégico y táctico, a diferencia del plan de intervención que se elabora en el mismo momento en que se produce la intervención y tiene un carácter dinámico.

      En resumidas cuentas, el Pre-plan es un Procedimiento Operativo personalizado para una instalación, zona, actividad y en general para un riesgo concreto.

      Obviamente no pueden hacerse pre-planes de todo, para eso están los Procedimientos Operativos generales del Servicio. Es necesario “parcelar” el territorio y en la zona de influencia de cada Parque (1ª alarma) escoger aquellos riesgos singulares que pretendemos cubrir con un pre-plan.

    Pre-planes se pueden hacer de industrias, edificios singulares (por su altura, dimensiones, usos…) túneles largos, masas forestales, zonas inundables y en general todos aquellos riesgos que tengan una posibilidad alta de evolucionar a catástrofe.

    Dado que son planes personalizados, es difícil establecer pautas de elaboración fijas, pero apoyándome en dos experiencias personales (Pre-plan de intervención en los túneles de Guadarrama y Pre-plan de incendio en el Colegio Alfonso XII del Monasterio de El Escorial), trataré de fijar algunos criterios que a mí me han servido.
CRITERIOS GENERALES PARA LA ELABORACIÓN DE PRE-PLANES
-          En primer lugar, la persona o equipo que
elabore el Pre-plan, han de ser bomberos con experiencia y competencia demostrada, de la escala superior de mando, buenos conocimientos de la zona y con importantes conocimientos técnicos bomberiles. De otra forma, el Pre-plan está condenado al fracaso antes de haberse iniciado.


 -          La elaboración conlleva una dilatación importante en el tiempo, por lo que es imprescindible establecer unas prioridades claras de los riesgos a planificar. Para el establecimiento de estas prioridades podemos recurrir a estadísticas de siniestralidad, a un análisis general rápido de los riesgos de la zona, a criterios de estacionalidad, a oportunidad de la acción (obras nuevas, contactos personales, sensibilidad social…), o a una estrategia general marcada por la dirección técnica o política del Servicio de Bomberos.

-          Decidido el primer Pre-plan a diseñar, han de iniciarse los contactos con todas las partes externas a bomberos que estén implicadas. Aquí hemos de tener claro que los pre-planes no son meras visitas a instalaciones, se trata en primer lugar de que el responsable o responsables de la implantación (serán los mismos que lo elaboren), se “empapen” del riesgo a planificar, realizando todos los contactos y visitas que sean necesarias hasta alcanzar un conocimiento y comprensión del lugar, los accesos, distribución, procesos, etc, como puedan tener los propios encargados o propietarios.
-          Obtenidos todos los datos posibles, comienza el trabajo de despacho aplicando a estos datos el filtro de bomberos, extrayendo de esta forma aquello que nos va a interesar para la intervención. A diferencia de las visitas ordinarias que se realizan, muchas veces dejando en manos del organismo receptor la tarea de explicación a los bomberos; en el caso de los pre-planes, esta explicación puede ser complementaria, pero no debe sustituir a la explicación “oficial” del pre-plan por parte nuestra.

-          En el paso siguiente plasmamos el Pre-plan sobre el papel, reflejando en él, de la forma más simple y esquemática posible, todo aquello que necesitamos para resolver el siniestro desde el punto de vista de la Dirección y Control del mismo. Hemos de tener en cuenta, para no incurrir en contradicciones, que algunos puntos del Pre-plan pueden entroncan directamente con los Planes de Prevención.
-          Para evitar que el Pre-plan se quede en un “plan de papel” comienza el proceso de implantación; hasta el momento el Pre-plan solo es útil al que lo está elaborando y difícilmente podría ejecutarlo en un caso real si el resto de implicados no lo conocen.
-          Debe ser explicado a toda la Jefatura, mandos intermedios y al menos a todo el personal de los Parques de primera respuesta. Si es posible, a estas explicaciones deberían acudir los implicados de otras organizaciones (policiales y sanitarias) así como los responsables del riesgo en cuestión.
-          En estos momentos estamos listos para realizar las visitas de forma que se les extraiga el máximo aprovechamiento. Las visitas deberían ser obligatorias para toda la cadena de mandos y si es posible para todos los bomberos del Parque o parques de primera respuesta.
-          Si se puede o se quiere avanzar más en este proceso, tendremos que realizar maniobras y simulacros de intervención con carácter periódico y complejidad creciente. En estos momentos podemos decir que tenemos un Pre-plan de intervención.
-          Pero no termina aquí la cosa, el Pre-plán, como sucede con los Planes de Prevención, es necesario mantenerlo, de forma que se actualice cuando cambié algo sustancial que incida en el riesgo. También será necesario refrescar periódicamente el conocimiento sobre el mismo y especialmente analizar su funcionamiento después de un simulacro y sobretodo después de un siniestro real.

 CONTENIDOS DEL PRE-PLAN
            En términos genéricos y sin entrar en detalles específicos que variaran en función de las características de cada riesgo, un pre-plan debe contar con los siguientes contenidos:

  1. Definición del contexto de aplicación, los motivos y los objetivos finales que persigue el pre-plan.
  2. Identificación y análisis del riego o riegos objeto del pre-plan basándonos en planes de prevención y autoprotección si existen.
  3. Planos operativos, croquis, esquemas gráficos, fotos, etc. Se trata de plasmar de forma gráfica y simplificada la situación, accesos, puntos de entrada, emplazamientos y cualquier elemento esencial para el reparto de recursos de la intervención.
  4. Procedimientos operativos:
    1. Tren de salida
    2. Organización del PMA
    3. Sectorización/Zonificación
    4. Metodología de intervención
  5. Supuestos prácticos: Es conveniente desarrollar algunos supuestos prácticos verosímiles, de forma que se facilite la explicación del mismo y nos ayude a dimensionar los recursos.
  6. Programación de la implantación y el mantenimiento del pre-plan, con plazos lo mas ajustados posibles:

    1. Presentación
    2. Visitas
    3. Simulacros
            Finalmente señalar que, por experiencia propia, como les habrá sucedido a muchos lectores, la resolución de un siniestro difiere como el día de la noche si conozco previamente el lugar al que voy; lo mismo le sucede al resto de las dotaciones, no podemos esperar en todas nuestras intervenciones que los propietarios nos lleven de la mano a la puerta de acceso, a la columna seca, al camino correcto,… y mucho menos que nos aconsejen como actuar. Si a este conocimiento le añadimos un paso mas, que es un dimensionado previo de los recursos necesarios y una organización prevista y conocida por todos, se alcanzaría el máximo posible en la anticipación al siniestro.







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